407 años de fervor por el Caloco
Un Camino de Devoción

La Peregrinación
FIESTA DECLARADA DE INTERÉS TURÍSTICO NACIONAL EN 1977
Peregrinación, Esperanza, Devoción y Penitencia
Dentro de la Religión Católica es muy común la realización de peregrinaciones por parte de los fieles, como es el caso del Camino de Santiago, el Rocío o Caravaca de la Cruz, entre otras.
Cuando emprendemos este peregrinaje lo hacemos con el propósito de renovar nuestra fe y acercarnos más a Él, a Cristo.
A menudo, los fieles emprendemos en ciertas ocasiones este caminar, con el fin de acudir ante Cristo como medio de penitencia, para expiar nuestros pecados; como agradecimiento por las peticiones concedidas; como promesa o simplemente para tener ese rato de reflexión y oración con Él. Este es el objetivo que nos plantea el Papa Francisco, tras haber convocado el Año Jubilar, Peregrinos de Esperanza, que caminemos hacia el salvador y renovemos nuestra fe.
Peregrinación al
Caloco
Todos los meses de septiembre los fieles y devotos del Santísimo Cristo del Caloco se concentran con el fin de peregrinar hasta su Ermita y llevarle en hombros, de nuevo, hasta la Villa de El Espinar, donde permanecerá durante nueve días para su veneración.
La fecha de referencia de este día clave es el sábado anterior al 14 de septiembre (Exaltación de la Cruz). Este 2025 este día será el 13 de septiembre y permanecerá hasta el día 21 de ese mismo mes, en la Iglesia de San Eutropio.
Este día grande, se conoce como el día de "La bajada" del Cristo y dará comienzo a las 9:00 horas en la Iglesia de San Eutropio, donde dará comienzo la peregrinación oficial, de unos 4km.


Durante el camino no pueden faltar los caballistas, que preparan sus mejores caballos para subir hasta los pies del Santísimo Cristo.
Llegada la peregrinación a la Ermita, los fieles no pueden pasar sin besar los pies del Cristo, muestra de agradecimiento a la Imagen por estar ahí una vez más.
En la explanada de la Ermita tiene lugar la Misa de Campaña que oficia el Padre Espiritual de la Esclavitud y Párroco de San Eutropio.
Finalizada la Misa, se reparte el tradicional pan y vino bendecido del Cristo entre los asistentes.
Tras finalizar el reparto, se preparan estarndartes y pendones, entre otras insignias, para partir junto a la Imagen hacia la Villa de El Espinar.
Sobre la una del medio día, la Imagen del Santísimo Cristo del Caloco hace su entrada triunfal en la Villa de El Espinar, donde es recibido por miles de fieles además de autoridades, cofradías...
Tras su llegada a lo que se conoce como la zona del Portalón, la Imagen se pone frente a la puerta del Cementerio, en señal de recuerdo a todas aquellas personas que bajo su rostro han caminado. Aquí se toca el Himno Nacional y la Imagen pasa bajo palio.
Antes de partir hacia la Iglesia de San Eutropio, la Alcaldía coloca a los pies del Cristo el bastón de mando, como signo de respeto.
La Imagen baja en procesión hasta la Iglesia de San Eutropio, acompañado por la Banda de Música de El Espinar y donde será recibido por el Grupo de Danzas de El Espinar, quien bailaran a la Imagen antes de su entrada en el templo.


Tras cantar el Himno del Santísimo Cristo del Caloco y sonar el Himno Nacional, la Imagen entra al templo, mientras le acompaña la solemne melodía del órgano barroco de echevarria de la Iglesia de San Eutropio.
Entrado el Cristo, todos los fieles y devotos que lo quieran pueden besar sus pies, antes de que sea colocado en su altar, para la veneración durante nueve días.
Durante siglos, los espinariegos y fieles de todos los rincones del país, han acudido a esta peregrinación, como señal de respeto a la Imagen y en recuerdo de de sus familiares, para la renovación de su fe.
Peregrinaciones a lo largo del año
A lo largo del año, son muchos los fieles que hacen la peregrinación hasta la Ermita. A parte de en septiembre, en el mes de junio, se realizan nueve peregrinaciones en días seguidos por la celebración de la Novena en Honor al Santísimo Cristo.
Cada día, unas decenas de fieles se concentran en la Plaza de la Constitución, para subir en peregrinaje hasta la Ermita, mientras rezan el Santo Rosario.
